Historia Breve
Los sistemas de alarmas contra incendios tienen una larga historia, remontándose al 'Fire Alarm Telegraph' estadounidense en la década de 1850. Sin embargo, la detección automática patentada surgió en 1890 en Estados Unidos, seguida por el detector de calor patentado en Gran Bretaña en 1902. El primer detector de humo apareció en 1930, y el desarrollo significativo continuó con el avance de los tubos de rayos catódicos en 1939, fortaleciendo las señales de detección. Los detectores modernos surgieron en 1951, pero los alimentados por batería no fueron comunes hasta la década de 1970.
Hoy en día, los dispositivos de detección de humo y fuego están interconectados, comunicándose entre sí y con un panel de control principal. Este sistema 'addressable fire alarm detection' identifica la ubicación exacta de la detección inicial.
Consideraciones de Diseño y Riesgo
Al implementar un nuevo sistema de alarmas contra incendios en un edificio histórico, es crucial considerar el diseño y los riesgos. El sistema debe ser compatible con la estrategia de incendios acordada, abordando la compartimentación, las vías de escape y otras características de seguridad.
Las evaluaciones de riesgos son esenciales, identificando peligros de incendio, evaluando personas en riesgo, y registrando hallazgos para elaborar un plan de emergencia. Si no se busca la ayuda de un especialista, la guía gubernamental, como la lista de verificación de 5 pasos, puede ser útil.
Consideraciones de Diseño
Antes de diseñar un sistema de alarma, la evaluación del edificio histórico y su uso es vital. Factores como el tipo de espacio, volumen interno, distancia a salidas, altura del edificio y número de personas deben considerarse. Por ejemplo, detección óptica o sistemas de muestreo de aire pueden ser más adecuados para grandes espacios como catedrales.
Métodos de Detección Específicos
Detectores de Humo y Calor en Cocinas
En áreas donde se realiza cocina, detectores ópticos y de ionización pueden activarse por operaciones simples como tostar. Los detectores de calor, más apropiados, responden a la energía térmica de un incendio, siendo ideales para cocinas.
Sistemas para Grandes Espacios
En lugares amplios, sistemas de muestreo de aire o detectores ópticos de haz pueden ser necesarios. Ajustables en sensibilidad, evitan falsas alarmas, crucial para actividades como quemar incienso en servicios religiosos.
Factores de Diseño Adicionales
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Obstrucciones y Techos Ornamentados: Evitar obstrucciones y respetar la decoración al ubicar detectores.
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Altura del Suelo al Techo: En espacios grandes, considerar detectores especiales para alturas significativas.
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Tecnología Inalámbrica: Evaluar la viabilidad de la tecnología inalámbrica, reduciendo daño estructural y costos de instalación.
Consideraciones Adicionales
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Apagado Automático para Suministros de Gas y Aceite: Conectar dispositivos de apagado automático al sistema de alarma.
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Carga de Incendios: Estimar la carga de incendios para comprender la severidad potencial de un incendio.
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Alertas Visuales en Lugares Ruidosos: En eventos ruidosos, combinar alarmas audibles con visuales, como luces xenón.
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Ubicación Estratégica de Paneles de Control: Acordar con el Servicio de Bomberos las ubicaciones óptimas para paneles de control y repetidores.
Conclusión
Diseñar un sistema de alarmas contra incendios para edificaciones históricas requiere cuidado y planificación. Considerando la historia, riesgos y aspectos específicos del edificio, garantizamos una protección efectiva sin comprometer su integridad histórica.